Todo trabajador que deba usar equipo de protección respiratoria (EPR) ajustado debe someterse a una prueba de ajuste facial. Esto incluye mascarillas faciales completas, medias mascarillas y mascarillas desechables (también conocidas como mascarillas filtrantes o FFP).
Las pruebas de ajuste garantizan que el EPI forme un sello eficaz en el rostro del usuario, lo que es crucial para protegerlo contra peligros transportados por el aire, como polvo, humos, vapores y gases.
Los empleadores tienen la responsabilidad legal, bajo las Regulaciones de Control de Sustancias Peligrosas para la Salud (COSHH), de garantizar que el EPI proporcionado a los empleados sea adecuado para la tarea y se ajuste correctamente al usuario.
La prueba de ajuste debe realizarse:
- Antes de que el empleado utilice el EPI por primera vez.
- Si se emite una marca o modelo de mascarilla diferente.
- Si el usuario sufre algún cambio facial significativo (por ejemplo, pérdida o aumento de peso, trabajo dental, cirugía facial o cicatrices).
- Cuando la política de salud y seguridad del empleador así lo requiera.
- Un cambio de EPP asociado (por encima del cuello) cuando se usa con el mismo EPR
- Cuando el EPR se utiliza con frecuencia como medio principal o único de control de la exposición.
Puntos clave:
- Se requiere una prueba de ajuste para todos los usuarios de EPI ajustado.
- Asegura que la máscara proporcione una protección eficaz formando un sello adecuado.
- Un requisito legal según las regulaciones COSHH.
- Debe repetirse si las características faciales del usuario cambian o se utiliza una máscara diferente.